Los riesgos financieros
Un riesgo es según la R.A.E. una “contingencia o proximidad de un daño”. Se trata de una conceptualización algo pobre que merece la pena ser completada con otras, como la que proporciona la CIIFEN donde se define como “la combinación de la probabilidad de que se produzca un evento y sus consecuencias negativas, los factores que lo componen son la amenaza y la vulnerabilidad”. Por su parte la Fundación Mapfre estima que riesgo es la “combinación de la probabilidad de ocurrencia de un suceso y sus consecuencias”. Realizando un análisis de dichas definiciones se puede delimitar que el riesgo es el grado de exposición a un posible peligro y que tiene como elemento común la incertidumbre.
Hay muchos tipos de riesgo. Existe el riesgo laboral, el biológico, el comercial, también el riesgo natural, el geológico, el financiero, etc. Todos ellos han de tenerse en cuenta en el desempeño de las actividades diarias, si bien todos ellos no afectan del mismo modo a toda la población. Para aquellos emprendedores que desean crear una empresa, el riesgo financiero es primordial y han de considerar su influencia. Por esa razón, se analizan a continuación los riesgos financieros más relevantes:
– Riesgo país. Es un índice que intenta medir el grado de riesgo que entraña un país para las inversiones extranjeras. El riesgo-país comprende el riesgo de impago de la deuda externa soberana, y de la deuda externa privada cuando el riesgo de crédito se debe a circunstancias ajenas a la situación de solvencia o liquidez del deudor privado. Dentro del riesgo país se engloba el “riesgo soberano” es el riesgo de impago de la deuda de los estados, o de entidades garantizadas por ellos. El riesgo país constituye una disciplina poco sistemática, por lo que resulta un riesgo poco predecible. Cambia extraordinariamente en función de los escenarios de partida (políticos y económicos) y de la disponibilidad, fiabilidad y puntualidad de los numerosísimos datos necesarios.
– Riesgo sistémico. Se dice que una entidad supone un riesgo sistémico cuando su eventual deterioro puede arrastrar a todo el mercado. Se produce por la globalización que propicia la interconexión e interdependencia entre entidades. El riesgo sistémico puede ser causado por un país o una empresa. Un ejemplo es cómo afectaron las elecciones italianas en la prima de riesgo de España. Otro caso es el riesgo sistémico que causa la posibilidad de que un banco quiebre y arrastre consigo al sector bancario, razón por la cual desde la UE se ha llevado a cabo la medida de rescatar a los bancos.
– Riesgo de mercado. Se trata de la pérdida que puede presentar una cartera de valores, activos o títulos cotizados en el mercado, como consecuencia de los cambios negativos de los factores que afectan a su precio final. Algunos factores de riesgo son los tipos de interés, los tipos de cambio, el precio de las acciones o los precios de las “commodities”. El riesgo de mercado ha de ser analizado por los bancos y supervisado por el Estado. La medición de dicho riesgo se hace por medio del VaR (Value at Risk), un método que permite calcular la pérdida máxima probable, sobre un periodo de tiempo determinado, con un intervalo de confianza establecido.
– Riesgo de liquidez. Posibilidad de que una sociedad no sea capaz de atender sus compromisos de pago a corto plazo. Se trata de tener solvencia para pagar con activos los pasivos. Una tesorería elevada da tranquilidad al respecto, pero si es demasiado alta se puede estar perdiendo la oportunidad de invertir dinero.
– Riesgo de tipo de interés. La pérdida provocada por la variación de los tipos de interés en el mercado y su efecto conjunto sobre los activos y pasivos financieros de una entidad. Recordar que el tipo de interés es el precio a pagar por el uso de una cantidad de dinero durante cierto periodo. Normalmente cuando el tipo de interés sube, la bolsa baja. Cuando un bien está sujeto a un tipo de interés variable y éste varía, influye en la rentabilidad, mostrándose una relación directa. Por otro lado cuando se dispone de un activo adscrito a un tipo de interés fijo, se influye en el valor, dando como resultado una relación inversa. Para protegerse de los cambios en el tipo de interés se puede hacer uso de swaps, FRA´s o collar.
– Riesgo de crédito. Tal y como lo define Ángel Luis Morencos, es la posibilidad de” incurrir en pérdida si la contraparte no cumple plenamente las obligaciones financieras. Ello provoca no sólo una pérdida en términos de ingresos (rendimientos del activo) sino del valor del crédito (deterioro del valor del activo)”. También se llama riesgo de insolvencia o de “default”.
– Riesgo operacional. Es la pérdida potencial, directa o indirecta, asociada a fallos de los sistemas de información, a los procesos y controles internos, a los errores en el procesamiento de operaciones y a eventos externos. Es un riesgo que afecta a todas las entidades si bien son las entidades financieras las obligadas a implantar sistemas de evaluación de riesgo operacional, que les supone la dotación de recursos propios por este concepto.
Este pequeño estudio de los riesgos financieros más comunes pretende ser útil para familiarizarse con terminología económica y para poner en conocimiento posibles factores de peligro que puedan influir en la economía particular o empresarial.
Autor: Alvar Diez Llamazares