La noticia
Actualmente el papel informativo de los tradicionales medios de comunicación se ha visto puesto en duda. El que en su momento se denominó el cuarto poder, dada su influencia, ha visto reducida su credibilidad y su alcance. Además, las redes sociales han permitido que las personas interactúen entre sí, ofreciendo de este modo acceder a noticias de una forma rápida y de primera mano. Ante este panorama es conveniente rescatar cómo se elabora una noticia en un medio de comunicación.
– Conceptualización. Es la interpretación de un hecho o acontecimiento de la realidad. Un suceso llama la atención del periodista el cual se sitúa en disposición de comunicarlo. La fase de conceptualización puede producirse tanto en el contacto directo con la realidad como en la revisión de los teletipos que llegan de las agencias a la redacción. Un periodista especializado hace una primera selección y distribución por áreas temáticas de acuerdo con la división por secciones que tenga la redacción. Otra forma de acceder a las noticias es gracias a la elaboración de una agenda de previsiones, que es un documento interno con aquellos hechos susceptibles de ser noticiables que se realizarán en el día.
– Proceso de narrativación. Consiste en empezar a elaborar la noticia para que sea comprensible. La comprensión e interpretación por parte del redactor requiere poner el acontecimiento en relación con otros hechos y estructurarlo en una cadena causal, pues solo su contextualización ofrecerá una explicación y un entendimiento cabal. Se ha de recurrir a los servicios de documentación y archivo, en busca de una valoración diacrónica del hecho. Esta fase resulta eminentemente pragmática por lo que constituye un dato clave en su consideración la posibilidad de que el hecho percibido facilite imágenes y que pueda ser producida dentro de los límites del formato de emisión.
– Noticiabilidad. El informador valora el hecho como posible noticia y despliega el conjunto de las convenciones profesionales que la determinan:
– Notoriedad de los actores del enunciado
– Interés generalizado por la audiencia
– Cantidad de afectados por el acontecimiento
– Grado de importancia de los afectados
– Accesibilidad al hecho
– Facilidad, calidad y espectacularidad de las imágenes
– El público, la demanda de la audiencia y la competencia
– Selección o rechazo. Hay que proceder a una selección exhaustiva que atienda simultáneamente a varios criterios: los intereses ideológicos del canal, las exigencias del público y la duración limitada de los programas de noticias y de la noticia dentro del programa. Así pues, sobre los criterios de la noticiabilidad se superpondrán nuevas consideraciones: primicia o exclusividad, longitud de la noticia, desarrollo futuro, equilibrio del formato de programa, redundancia, etc.
– Construcción discursiva. El acontecimiento, una vez interpretado, es convertido en discurso informativo, es decir, articulación de imágenes, sonidos, textos, estructuración de espacio y tiempo. Todo ello mediante la captación de imágenes, el montaje, la edición y la postproducción o enriquecimiento visual y sonoro.
– Publicación. Es la fase final. Se implementa la noticia. Se unen distintas noticias y se elabora un informativo. En esta fase, la noticia deja de ser un discurso autónomo para convertirse en segmento o microdiscurso de otro global (que es el noticiario) y que condicionará una recontextualización en el formato del informativo.
Como se puede comprobar, para realizar una noticia se requieren una serie de pasos que dotan de credibilidad su comunicación. Si un medio realiza dicha secuencia, el resultado será un mensaje de calidad por el que merecerá la pena pagar y ser la causa esencial de la supervivencia de los medios comunicativos. Sin embargo el caer en no comprobar las fuentes o sesgar las noticias, son prácticas que no aportan valor a la comunicación y que por lo tanto hacen que un medio pierda la confianza de los receptores, los cuales buscarán modos de informarse alternativas.
Autor: Alvar Diez Llamazares