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La musicalidad del sonido

La musicalidad del sonido

Si se hiciera una encuesta informal sobre aquello que nos gusta a los seres humanos, la música recibiría una importante cantidad de votos. La música es un acompañante diario para muchas personas y que transmite sensaciones, sin embargo muy pocas veces es explotada con todo su poder por la comunicación empresarial.

Los sonidos pueden ser irritantes (como el estridente ruido que causa rascar con un tenedor en un plato) o transmitir sensaciones positivas (se dice que el sonido que más atrae al ser humano es el del corazón, debido en gran medida a la tranquilidad y seguridad con el que se asocia cuando se tiene una edad temprana). El gran número de sonidos a los que está expuesto un ciudadano actual hace que inconscientemente separe aquellos importantes de los que consideran indiferentes o molestos. Un conjunto de notas puedes no significar nada para alguien y sin embargo otra persona se muestra alerta ante dicho sonido por ser la melodía de su móvil. Este ejemplo prueba que la asociación de sonidos es un campo importante en el que se puede conseguir importantes resultados, como ya demostró Pavlov hace ya varias décadas.

Otra muestra de la importancia del sonido se constata en las películas. Se puede saber casi de manera segura cuando son los momentos álgidos de un film escuchando únicamente la banda sonora. Posiblemente quienes mejor usen las notas para causar sensaciones sean los creadores de películas de terror pues con el uso de ciertas melodías crean un ambiente sobrecogedor que hace poner tenso al receptor.

La música y las imágenes han de ser coherentes y transmitir lo mismo. De esta manera se consigue trasladar un único mensaje que cala hondo en el receptor. Si la música va en un sentido y las imágenes por otro pueden llegar a darse momentos de confusión, incómodos o incluso de risa, sin que esta sea su pretensión (siendo una muestra el célebre video modificado en el que se muestra a Van Damme bailando Una Vaina Loca, disponible en Youtube). Conocer el sonido y el momento adecuados a cada momento es imprescindible para potenciar el mensaje y aumentar las posibilidades de que sea decodificado de la manera que el emisor desea.

Hacer un sonido para una marca no es fácil, ha de transmitir los valores de la empresa y del producto además de ser recordable, razón por la cual hay pocos ejemplos de compañías con melodías realmente reconocibles. Las empresas de comunicación, así como los bancos más importantes y las cadenas de radio parecen ser los sectores con músicas corporativas más reconocibles.

Una melodía puede causar múltiples sensaciones y llegar a causar una persuasión que traspasa los ámbitos de la conciencia. Por ello extraña la poca consideración que se tiene en general a la hora de aplicar música a ciertos mensajes. Implicarse en elegir una sintonía correcta a lo que se transmite puede multiplicar la efectividad de lo que se comunica.

Autor: Alvar Diez Llamazares


Juan Carlos Gómez Moreno

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