Consideraciones para realizar un plan de negocio
¿Tienes en mente crear una empresa? ¿Hay una idea que ronda tu cabeza y que crees que puede llegar a ser aplicada con éxito? Para poder llegar a implementar una empresa el primer paso necesario es realizar un plan de negocio. Consiste en bajar a la realidad esos castillos que tantas veces se construyen en el aire. Quizás no sea la actividad más divertida de hacer, pero su realización es necesaria para saber si de verdad nuestras ideas son factibles y para buscar el apoyo económico de entidades financieras. Un buen plan de negocio ha de tener en cuenta los siguientes apartados.
– Resumir los beneficios. Explicar por qué lo que queremos ofrecer es diferente. Qué aportará. Analizar la USP o proposición única de venta, es decir, aquello que realmente nos diferencia y otorga valor añadido.
– Explicar los beneficios que conseguirán los posibles inversores. Si lo que se busca es obtener crédito. Se ha de hacer una presentación a aquellas personas que nos puedan prestar el dinero. Sin embargo a ellos no les interesará tanto el beneficio que ofrece la empresa a su público, sino el que pueden obtener invirtiendo en tu idea.
– Previsiones verosímiles. A la hora de calcular los datos, realiza un análisis exhaustivo y lo más real posible. No trates de hinchar las estadísticas, porque en primer lugar te engañas a ti mismo y decepcionarás a aquellos que inviertan en ti, si es que antes no se dan cuenta y pierden la confianza en tu proyecto. Entre los datos a tener en cuenta están: el tamaño del mercado, características del target, la competencia, proveedores, ubicación, el precio idóneo, las materias primas, el modo de distribución…
– Preséntate. Cuando vayas a solicitar crédito es necesario crear una relación personal con la entidad prestataria. No hay mejor forma de empezar una conversación que presentándose, explicando los pasos que se han seguido hasta tener la idea de montar un negocio. También sería idóneo que haga mención a tu equipo, especialmente si hay asesores o personal reconocido.
– Muestra el producto o servicio. Siempre que sea posible es mejor acudir con el objeto físico. Las personas tenemos una amplia capacidad abstracta pero a la hora de tomar decisiones racionales, como es el apostar dinero por una idea, es mejor tener una base sólida sobre la que cimentar la idea. De este modo presentar un prototipo hará que se comprenda mejor la idea de negocio.
– Suministrar proyecciones. Es muy difícil en una fase embrionaria tener datos para realizar proyecciones realistas, máxime si tenemos la cuenta la velocidad vertiginosa a la que se mueve el mundo actual. Sin embargo tener una base aproximada del crecimiento de ventas y económico que puede darse en el futuro ayudará a prever los contratiempos y resultar más creíble.
El plan de negocio hace tener una visión más realista de lo que supondrá crear la empresa, además de ser un documento imprescindible para atraer a bancos o posibles socios. Por ello merece la pena tomarse un tiempo y describir los puntos descritos. Y si una vez realizado el análisis se sigue pensando que se puede alcanzar el éxito, llega la hora de implementarlo y trabajar duro para ¡triunfar!
Autor: Alvar Diez Llamazares